Sin euforia ninguna. Pero con mucha ilusión. Así encara el Alba su segundo partido de la semana, preámbulo de una nueva semana con dos choques seguidos en casa. El equipo tratará de trasladar lejos del Carlos Belmonte las buenas sensaciones que dejó en el último partido en su feudo.
Desde las 16 horas, el conjunto albacetista jugará en el césped de Montilivi ante el Girona FC un partido correspondiente a la 31º jornada de LaLiga Smartbank en el que, de ganar, seguiría con su escalada en la clasificación para dormir en puestos de permanencia en la categoría.
Pero para ello deberá hacer frente a un potente equipo como es el cuadro rojiblanco. El Girona FC ocupa actualmente la octava plaza de la tabla, con 42 puntos, y llega al partido con la moral alta tras haber vencido en la pasada jornada a domicilio con remontada incluida (1-2 ante la UD Las Palmas) y con el objetivo de volver a la senda del triunfo en su feudo, donde no vence desde el 21 de febrero.
En cambio, la asignatura pendiente del Alba, más aún después de vencer al Cartagena en casa este lunes, es ganar a domicilio y el campo gerundense es un feudo tan bueno como otro cualquiera para hacerlo. Un triunfo que además tendría un profundo significado porque no solo le haría abandonar los puestos de descenso sino que además mandaría un nítido mensaje a la afición de fe y convicción.
Sin Mvondo, sancionado, ni Diamanka por temas contractuales pero con el regreso de Nico Gorosito, Menéndez y sus jugadores tienen ante sí una nueva oportunidad para plasmar su trabajo diario en las instalaciones de la Ciudad Deportiva.
