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Primer equipo

Derrota con honores

El cuadro local cuajó una actuación, ante el líder y con un jugador menos durante casi una hora, con la que mereció sumar

El Albacete vio perder su racha, pero a su vez notó cómo recorre el camino indicado. El cuadro de Menéndez cayó con honores en el Carlos Belmonte ante el líder, con uno menos durante casi una hora y cuajando una actuación que bajo ninguna circunstancia fue merecedora de derrota.

Las primeras ocasiones, siguiendo la tónica habitual de los últimos choques, corrieron a cargo de los manchegos. Tras varios acercamientos fue Álvaro Jiménez quién probó al meta rival con un potente chut. En el minuto 35 llegó la acción que daría un vuelco al guion del partido. Gorosito, tras hacer una falta y media en todo el choque, fue expulsado por doble amonestación. Contra el líder, con 10, el más difícil todavía para un equipo que si por algo se ha caracterizado en este 2021 es por su gallardía y tesón. Y hoy no fue menos.

El marcador no se movió en la primera mitad y en la segunda ambos conjuntos salieron reactivados. El Albacete se armó de coraje e incluso probó a salir hacia la meta de Reina en alguna contra. Pero en el minuto el infortunio se volvió cruzar con los locales. Un jugada trabada en el área de Tomeu Nadal acabó con la bola en los pies del delantero bermellón, que inauguró el electrónico.

Ese mazazo no tumbó al Albacete Balompié, que poco después estuvo a punto de vivir el estreno goleador más rápido de los últimos tiempos. Cedric, en el minuto 61, con escasos segundos en el terreno de juego, tuvo una oportunidad que se marchó a centímetros del palo izquierdo mallorquín. El Albacete siguió y siguió, sin dejar que la inferioridad numérica se notase en el juego. Arroyo con un cabezazo que se marchó besando el larguero o Zozulia con un remate tras un centro lateral estuvieron muy cerca de empatar.

Pasaban los minutos y el equipo de Menéndez no bajaba la intensidad ni el orgullo, y merced a esa insistencia se granjeó un penalti por un derribo sobre Álvaro cuando se internó en el área. El propio atacante lanzó la pena máxima, pero la madera escupió el balón.

Frenazo en puntos pero acelerón en sensaciones de un equipo que ha demostrado, incluso en la derrota, que la entrega no se negocia.