El Albacete nadó durante todo el partido, bien situado en el campo, pero se acabó ahogando en la orilla por dos grandes goles de Alex Muñoz que tumbaron al cuadro manchego.
Ambos conjuntos pudieron adelantarse en el albor del choque. Primero lo intentó el Tenerife con un disparo que se marchó desviado y luego Manu Fuster, con un disparo desde el corazón del área que despejó a córner el meta local. Poco después, Fuster habilitó a Cedric, quien se sacó un potente chut que se fue rozando el palo. El Albacete se mostraba motivado y capaz, presionando con ambición la salida del balón rival y mirando a portería cada vez que se hacía con el cuero. Gracias a eso, Ortuño lo intentó antes del descanso con un tiro que repelió la madera.
A la vuelta de vestuarios, ambos equipos trataron de marcar terreno para hacerse fuertes y tomar ventaja de cara a marcar el primer gol. El Tenerife, que hizo dos cambios en el descanso, se acercó a los dominios de Nadal aunque la zaga del Alba saboteó cualquier peligro. A su vez, los hoy visitantes se fueron estirando y también pisaron el área tinerfeña, pero sin la guinda de una ocasión certera de gol. Los minutos fueron pasando y el marcador seguía sin moverse.
Y cuando parecía que el partido iba a acabar en tablas, llegaron los golpes. Y del mismo jugador. Muñoz, en el minuto 85, quitó las telarañas de la meta albacetista con un certero disparo que entró con fuerza. El Alba se volcó en busca del empate pero sufrió, ya en el descuento, un nuevo revés, con un nuevo zapatazo del ‘3’ local.
Derrota dura y difícil de asimilar de un equipo que tiene una nueva batalla en el Carlos Belmonte la próxima semana.
