El Alba cerró su semana fantástica con un gran triunfo ante su hinchada en un partido que rebosó de emoción y ocasiones, pero en el que en el Alba se supo manejar para llevarse los puntos y dejar su portería imbatida.
El primer acercamiento peligroso corrió a cargo de los malacitanos, que en el minuto 7 estampaban el balón en el larguero. Eso sirvió de acicate a los nuestros, que agarraron el cuero y miraron al arco rival en busca de adelantarse en el electrónico. Muchas fueron las llegadas pero sin concretar en una ocasión certera, aunque ya se iba palpando que los manchegos hoy querían ir a por todas.
En la segunda mitad, el Alba se adueñó del balón y prosiguió sujetando las llegadas malagueñas. El equipo de Víctor Sánchez del Amo hacía gala de su potencial y calidad, pero los blancos no le iban a la zaga y demostraban su temple y capacidad de conectar pases.
REY EN EL ÁREA
En el minuto 66 llegó la gran acción del encuentro. Tras una buena jugada por banda, el balón llegó a los pies de Manu Fuster que sacó su varita y, con un magnifico movimiento, dejó el balón franco para que Manaj se impusiera a todos para rematar con el alma al fondo de la red. Explosión de júbilo y emoción en el césped y en las gradas, que aplaudían el esfuerzo de sus jugadores.
A partir de ese momento el Alba dio una nueva lección de serenidad e inteligencia táctica para amarrar un triunfo, el segundo consecutivo, el cuarto de la temporada, todos ellos dejando la puerta a cero.
