El Alba venció al líder en un partido lleno de calidad y fuerza en el que se puso por delante en dos ocasiones.
El conjunto madrileño llevaba cuatro partidos sin recibir gol, además de ser el equipo menos goleado de la competición con solo 6 tantos recibidos, por lo que el primer gol tenía que ser de bandera, y vaya si lo fue.
Tras un inicio tremendamente igualado, con dos equipos con dinámicas positivas que se tanteaban sin llegar a golpear con verdadera fuerza, en el minuto 30, Eugeni anotó un gol antológico. Uno de los más bonitos que se han visto en la historia reciente del Carlos Belmonte. Tejero centró desde la derecha al área alfarera y Eugeni respondió con una increíble chilena que se alojaba en las mallas. Un tanto impresionante que dejaba boquiabierta a la parroquia albacetista, que aplaudió a rabiar tan magna obra de arte.
El partido cambió totalmente tras esa maravilla. El Alba se cargó de confianza y poder y jugó sus minutos de más dominio. Bela, Susaeta u Ortuño probaron suerte antes del descanso.
En la segunda mitad pasó de todo. El cuadro alfarero apretó en busca del empate. Y no tardo en encontarlo. En el minuto 49 Burgos transformaba una pena máxima. Pero ese golpe no hizo ni tambalearse al Alba o su hinchada, que redobló esfuerzos para volver a ponerse por delante, y esa fortaleza dio sus frutos en el minuto 71, cuando Bela anotó un penalti para poner el definitivo 2-1.
EL BATALLÓN DE LOS 10.000
Mención aparte se merecen las más de diez mil almas que poblaron el Carlos Belmonte, que jugaron un papel fundamental para que el equipo nunca bajase los brazos y consiguiese un nuevo triunfo que le permite alargar una jornada más la condición de invicto en el Belmonte.
