El Albacete Balompié cosechó un injusta derrota por 0-1 ante el Nástic en un partido que dominó de principio a fin y en el que merecía una victoria que no terminó por llegar, además de encontrarse con un inmerecido gol en contra cuando el duelo agonizaba.
El Albacete llegaba a este choque, a cara de perro, con fuerzas renovadas, así como la esperanza y motivación que haya por el camino aquel que puede conseguir algo muy grande. Esa grandeza llamada ascenso y por la que seguirá peleando.
En frente, un aseado Nástic, asomándose cada vez más a los puestos de playoff y centrados en su persecución. Con esa idea comenzaron espoleados el enfrentamiento en la soleada tarde de domingo primaveral, rozando ya lo veraniego, prueba de lo cual, fue la presencia de la característica pausa de hidratación.
Poco después, fue el Alba quien iba haciéndose grande en el verde por medio de Manu Fuster, que no cesaba de proponer en la medular. Internadas por banda, disparos de la medular y hasta chilenas. Los albacetistas empezaban buscando el gol por tierra, aire y casi mar a ese abismal paso. Con intención pero sin premio, el descanso dejaba el marcador sin abrirse a la conclusión de los primeros 45 minutos.
Al volver de la parada reglamentaria, un cambio por cada plantilla y la más clara del partido, en pies de unos locales enchufados. Kike Márquez caía a banda y se colaba hasta cerquita de la línea de cala para servir un pase raso al balcón del área que Manu Fuster mandó por encima del larguero.
Esto incentivaba a echarse más arriba si cabe a un Alba entregado y convencido. Y es que, en cuestión de 5 minutos, se encadenaron hasta un total de tres ocasiones. Una llegada y disparo flojo de Riki, un chut centrado del recién incorporado Dani González en el punto de penalti y un palo tras una gran combinación entre Fuster y Fran Álvarez en tres cuartos, hacían las delicias del respetable, volcado para la causa. Arreón en mayúsculas.
Las llegadas se sucedían de todos los colores, entre parones por faltas y quejas, fruto de lo importante en juego. El Albacete Balompié era uno en el campo. Las escasas y aisladas llegadas rivales las abordaba rápidamente la defensa, comandados por un Bernabé Barragán que se enfrentaba a sus antiguos compañeros.
El Alba dejó todo en el campo, dando todo lo que estaba en su mano hasta que, en el descuento, llegaba un jarro de agua fría. El primer tiro a puerta del Nástic tomaba dirección las mallas, desvío un defensor local y acabó dentro. Mazazo y sin tiempo para reaccionar, el Albacete se encontró con esta injusta derrota.
FICHA DE PARTIDO
Albacete Balompié: Bernabé; Julio Alonso, Djetei, Javi J. (Emmanuel 75’), Boyomo; Emi Gómez (Dani González 46’), Fran Álvarez (Alberto 77’), Riki, Rubén M. (Jordi S.R 77’); Manu Fuster y Kike M. (Sergi G. 75’).
Nástic Tarragona: Manu García; Oriol (Albarrán 80’), Trilles, Aythami, Pol; Ribelles, Del Campo, Pablo (Edgar 46’); Nil (Carbia 59’), Robert (Becerra 71’), Romera (Bonilla 59’).
Árbitro: Campos, Juan Antonio. Amonestó con tarjeta amarilla a: Robert, Trilles y Bonilla.
Goles: 0-1, Del Campo (90’+1)
Incidencias: Partido disputado en el Carlos Belmonte. Correspondiente a la jornada 36 del grupo II en la Primera RFEF.
6.763 asistentes.
