Noguerol: "La gran revolución tiene que ser mental, es momento de sacar el amor propio"

Defendió 196 veces el escudo del Alba. Portó su brazalete. Ayudó después desde el banquillo al último ascenso a la categoría de Plata del equipo. Se hizo con las riendas del filial. Colaboró con la dirección deportiva. Fue segundo entrenador con Alejandro Menéndez… Hombre de club que ahora tiene ante sí la responsabilidad de dirigir al primer equipo en este tramo final de temporada. “Es una responsabilidad grande que no se podía eludir una vez que el club toma esa determinación. El Club piensa en mí para acabar estos cinco partidos y no puedo eludir esta responsabilidad. Son momentos de dar la cara. Estoy aquí para intentar ayudar a los jugadores, sé que están sufriendo. Todos los que queremos al Alba lo estamos haciendo. Vamos a intentar dar la cara en estos partidos y no lo dudo, sé que lo vamos a hacer”, indicó un técnico que deseo empezar su primera rueda de prensa como primer entrenador del Alba con un recuerdo especial y de agradecimiento. “Quiero mandar un mensaje de ánimo al que ha sido mi primer entrenador hasta hace muy poco, Alejandro Menéndez. Un técnico que considero que ha hecho un muy buen trabajo que no se ha visto reflejado en los resultados, que es por lo que nos juzgan. Pero ha sido muy honrado, trabajador y que ha hecho las cosas bien. He formado parte de su cuerpo técnico, he intentado ayudar en lo máximo posible, creo que íbamos en la dirección adecuada, pero los resultados no se reflejaban. Se precipitaron las circunstancias. Le doy las gracias como albacetista porque ha trabajado con mucha honradez y mucha seriedad”.

Fran Noguerol afronta el reto con las ideas muy claras. Ha sido jugador y eso le da un plus de entendimiento sobre la situación actual del equipo. “La gente se cansa de oírnos. Nos toca trabajar mucho y que se vea reflejado en Ponferrada. No tenemos que ver más allá. Sobra decir que todos lo estamos pasando mal, que las cosas no están saliendo, que queda poquito, que no hay margen. Sé lo que la gente quiere ver de su equipo y eso vamos a intentar. Sé que el jugador tiene amor propio y lo está pasando mal, también lo sé. Hay que dar con esa tecla emocional para que se vea reflejada la capacidad real que tienen estos jugadores y por eso estamos como estamos”.

La parte emocional ocupó gran parte del diáfano discurso del gallego. “El vestuario está tocado, muy tocado. Y sufriendo. Sé que lo están pasando mal. Pero la situación es la que es. No podemos eludir nadie la responsabilidad. Es difícil salir a un campo de fútbol de por sí, y si sales con miedos, con dudas, que es lo que nos pasa, eso nos resta. Y esa losa es la que tenemos que evitar. Es la realidad. Intento ser muy claro con ellos. Las pocas herramientas que te da de cara a ser entrenador el haber sido jugador es eso, saber lo que están sintiendo y saber lo que se siente en un campo y lo que se sufre. Hacia fuera puede dar otra sensación. A veces cuanta más apatía piensa el de afuera que se transmite, es más por sufrimiento y bloqueo del propio jugador. Eso lo sé. Esa tecla hay que romperla para intentar dar el nivel real que yo sé que tienen estos jugadores y que no ha salido en 37 jornadas. Hay que coger el toro por los cuernos, es lo que hay”. “No habrá grandes revoluciones. La gran revolución es mental que es la difícil ahora mismo con todo lo que estamos sufriendo. Hay que salir con las menos dudas posibles. Todo lo que sea dudar es restar energía. Jugamos contra un equipo que lucha por un play off con 100 de energía y nosotros estamos en menos 10 porque somos colistas. Tenemos que intentar igualarlo porque de lo contrario lo vamos a pasar mal. Y esto no es ponerse la venda encima de la herida, es ser realista”, agregó al respecto del tema psicológico de los jugadores.

El preparador albacetista también articuló su discurso alrededor del presente. Del pasado solo le interesan los análisis que puedan servir ahora y en el futuro prefiere no pensar. “La situación es la que es. Pero esto sigue. No tenemos que pararnos los que vamos a estar el sábado en Ponferrada en el análisis de lo que ha pasado. O detenernos en él para buscar una solución. Vamos a empezar la jornada 38 y no dimos con la tecla, Alejandro Menéndez estuvo a punto de dar con ella. Esto es pensar en Ponferrada. No eludir que es un año muy duro. Estos cinco partidos son una exposición en la que dar la cara. Es momento de sacar el amor propio. Hay equipo para más. Vamos a demostrarnos y sacar ese orgullo bien entendido de saber que el año está saliendo mal, pero sé que tengo más. Y nunca es tarde para según qué cosas”.

‘Nogue’ tiene claro lo que quiere ver en El Toralín. “El equipo ha demostrado querer seguir enganchándose pese a todo lo que está sufriendo. Es verdad que ahora es la situación más límite. Por distancia y por el margen de puntos que hay, pero me tengo que agarrar a un equipo que con tanto cambio e inestabilidad y pese a sufrir tanto ha querido engancharse y ha estado a punto. Ahora en Ponferrada quiero que saquen esa segunda parte de Vallecas, que el equipo saque esos 90 minutos de Girona o Castellón. No hablo de hace dos meses. Con todas las hostias y golpes que nos estamos llevando, tiene que sacar ese orgullo. Hay que hacer matices a nivel táctico, pero no grandes cambios. Hace nada estábamos tuteando al Rayo. A la mínima, fue lo que nos pasó en Alcorcón, el equipo se bloquea porque estamos sufriendo mucho. El futbolista lo está pasando mal. Yo no soy un mago, está en ellos, en hacerles creer sea cuál sea el destino final. Solo mirar los 90 minutos de exposición en Ponferrada en los que hay que sacar el amor propio”.

Preguntado por la situación clasificatoria y por si hay posibilidad de albergar esperanza alguna, Noguerol fue muy claro. “La situación es límite. O más allá de límite. Pero vamos a Ponferrada. Y si somos capaces de tener energía podemos ganar, sí. Que no estamos en las mejores condiciones por todo lo que arrastramos, sí. La única manera de acerarnos a la victoria es salir al campo lo más limpio posible. Tenemos que intentar ganar en Ponferrada y ya. No debemos pensar en lo que pasó. Y en breve veremos a dónde llegamos. Intentaremos en este trayecto que vamos a compartir juntos competir lo mejor posible”. “La situación es extremadamente límite y es complicada. Yo no miro más allá de Ponferrada. Tenemos que dar la cara, seguir. Creo que este equipo es capaz de hacer daño y competirle a la Ponferradina. Tengo esperanza de que tenemos que afrontar cinco partidos y hay que competirlos. Sé que si soy capaz de dar con la tecla metal, y el equipo saca amor propio y con la capacidad  que tienen podemos hacer un partido disputado a la Ponferradina. Quiero que el equipo dé su nivel. Y lo que sea, será. La losa que tenemos es grandísima”.

Dos temas dieron por finalizada su comparecencia. Una tuvo que ver con los cambios que el equipo ya está haciendo de cara a la próxima temporada y su posible papel en ellos. “El saber que se está avanzando y que la intención es mejorar y rectificar errores que se han cometido, me gusta. A mí, como aficionado, me gusta ver que se avanza y que se mira adelante, no queda otra. Mi futuro no me preocupa. El club está por encima de todo. No hay más allá de estos cinco partidos”.

Y se refirió a la posibilidad de apostar por gente del filial en este momento. “Hay que ser coherentes. El filial se está jugando cosas. Están haciendo un año bueno y se están jugando un ascenso. Y tienen que seguir con eso. No me quiero apuntar medallas con eso, hay que ser coherentes”.