En verano de 2020, tras unos durísimos meses de confinamientos y desescalada gradual después de la doliente pandemia sanitaria que asoló al mundo en general y a España en particular, se acuñó un término para la situación: nueva normalidad.
Por ella pasó la sociedad y los equipos de fútbol, con sus estadios varios durante los partidos. Cuando la normalidad se fue recuperando, el Alba se tuvo que enfrentar a su propia ‘Nueva normalidad’ en la categoría de bronce del balompié español.
Al final, entre unos motivos y otros, fueron 903 días sin afición en las gradas del Belmonte durante un partido de fútbol profesional. Pero hoy ese contador se pone a 0. Más de dos años después, Albacete volverá a ser centro neurálgico de un partido de Liga Smartbank, como tantas y tantas veces ha sido en un su historia. O lo que es lo mismo: esta tarde, a partir de las 19:30h, el Alba, la región, el estadio y la afición recuperan la normalidad.
Y lo hacen con la moral por las nubes y la ilusión renovada tras el gran inicio de temporada. El triunfo en Lugo, más incluso por la forma que por el resultado, ha cubierto el partido de hoy de un halo extra de emoción. Pero la empresa no será nada sencilla ya que enfrente estará un buen equipo y un sólido bloque como el del Burgos CF. El equipo de José Antonio Caro y Fran García también salió victorioso del primer envite del curso (1-0 ante el Málaga CF) y espera seguir por el mismo camino en su primer partido a domicilio de la temporada.
Misma ambición que el Albacete, que en su regreso a casa se marca como imprescindible salvaguardar el fortín del Belmonte, que ya fue clave en el ascenso del año pasado. Y para que nuestra casa sea un lugar seguro, es vital el apoyo de una afición que hoy no solo verá a su equipo en fútbol de plata, sino que asistirá a un enfrentamiento que no se daba desde la temporada 2001/02.
