El Alba se mueve al ritmo de los latidos del Carlos Belmonte. Un estadio que palpitará desde mucho antes del inicio del partido para así tomar el pulso de una prueba tan vital como compleja.
Y para pasar dicho test, la afición no animará desde las 14h, momento en el que se iniciará el choque ante el Málaga CF, sino que estará al pie del cañón a las 12:30h, cuando el equipo llegue al estadio. Y lo hará con las pilas cargadas tras disfrutar de una fiesta pre partido en los aledaños que arrancará a las 10:30h.
Porque la familia albacetista tiene mucho que disfrutar y sentir. Su equipo vuelve a casa, lugar en el que no pierde desde hace más de tres meses (6 de noviembre del pasado año) para tratar de acercarse aún más a los 50 puntos. Sexto clasificado, el cuadro manchego quiere retomar la senda del triunfo tras el guijarro en el camino que se encontró en Tenerife. Pero para hacerlo tendrá que picar piedra ante un rival rocoso. El Málaga CF, pese a la losa de su situación clasificatoria, es un equipo fuerte, con talento y muchas armas para dañar al oponente.
En vigésima posición, el conjunto andaluz tiene 22 puntos y necesita sumar para pegarse a los puestos de permanencia. Una dura piedra de toque ya que cuenta con jugadores contrastados en la categoría que ven den el choque de hoy una oportunidad de escalar y resarcirse de su mala racha actual.
Por lo que el Albacete se verá obligado a masticar para poder digerir los tres puntos. “Es un encuentro al que le tengo muchísimo respeto”, advirtió Rubén Albés en la previa. Y no es para menos. El Alba sabe que este tipo de rivales son los más duros de pulir.
Así las cosas, el día después de la gala de loa Goya y en la antesala de San Valentín, el Alba le quiere poner corazón para vivir una tarde de película, pero no de las de terror.
