El Alba vio cortada su racha de triunfos a domicilio en el siempre complicado estadio de Butarque que, en su 23º aniversario, albergó un intenso partido en el que los nuestros pelearon hasta el final pero se vieron superados por un entonado rival.
Después de unos primeros minutos de tanteo, en el que ningún equipo resaltó en las áreas y estaban más pendientes de hacerse con el control en la medular, el CD Leganés pegó su primer zarpazo en el minuto 22, en una acción a balón parado. El cuadro local gozó de una falta al borde del área manchega que Rubén Pardo no desaprovechó. Su lanzamiento superó la barrera y entró en las redes de nuestra portería. Cuando aún se estaba reponiendo de ese golpe, al Alba le llegó otro, y también en forma de gol. Cinco minutos después del primer tanto, el cuadro local dobló su ventaja.
Se fue recomponiendo el Albacete de su aciaga primera parte, asentándose en el terreno, aunque el Leganés se mostraba pétreo y no concedía ocasiones de peligro, por lo que el marcador no se movió más en el primer acto.
A la vuelta de vestuarios, el guion fue distinto. Los hoy visitantes dejaron atrás una gris primera parte y se acercaron de verdad a los dominios de Cuéllar, aunque sin finalizar. A los ocho minutos, Menéndez movió el banquillo y realizó un triple cambio que incluía el reestreno de Dani Torres como albacetista. Pasó el tiempo y en el minuto 70, llegó la jugada más creativa del partido. Álvaro Jiménez controló el balón, se fue raudo al área pepinera y una vez allí, dribló a todo aquel que se le puso por delante para acabar cruzando el cuero hacia la meta local. Golazo y oxigeno para un equipo que empujó en busca del empate.
Llegaron unos minutos de total control y dominio en campo rival del Albacete, pero esa ambición por volcarse hacia las inmediaciones del Leganés obligó al Alba a dejar unos espacios que Merino, en el minuto 81, aprovechó para anotar y asegurar el triunfo local.
Derrota dolorosa y Justa, pero que no mueve ni un ápice al cuadro blanco de su camino hacia el objetivo.
