Cambio de competición y cambio de estación antes del cambio de año. El Alba regresa al torneo del KO, la Copa del Rey, para disputar su último partido de 2002. Y será la noche en la que el otoño dará un frío paso al lado para que llegue el invierno.
Desde las 21 horas, en el mítico estadio de Las Gaunas, la Unión Deportiva Logroñés y el Albacete Balompié se disputan un hueco en la próxima ronda copera, fechada para la primera semana de 2023.
No llega en su mejor momento el conjunto rojiblanco al choque de hoy. Ocho jornadas sin vencer y en la 17º posición del Grupo II, tras sumar 18 puntos en lo que va de campeonato, es el bagaje de un equipo que con todo sigue teniendo una escuadra con calidad y recursos. No en vano, como el Alba, se desplazó el verano pasado a Galicia para intentar ascender a Liga Smartbank.
Pero nada de eso importará ni jugará hoy, como explicó Rubén Albés en la previa. “Cuando cambias de competición, cambia prácticamente todo. Tenemos múltiples ejemplos de equipos que no funcionan en liga y en otras competiciones, sí”.
Y es que la Copa no entiende de categorías ni de favoritismos. El Alba ya vivió eso en Huétor Tajar, donde se vio a obligado a disputar una prórroga, y está avisado de cara al día de hoy. Ni los 32 puntos ni las dos últimas victorias relajan a los nuestros, que irán a por todas en Las Gaunas.
Con el regreso de Riki, que no pudo participar el pasado domingo por sanción, y una blanca navidad en el horizonte, el Albacete busca otra ronda.
