Uno de los mayores súper ventas del mundo literario del siglo pasado fue “Qué esperar cuando estás esperando”, una guía en tono de humor, y paródico, sobre el embarazo y la forma de afrontarlo.
Hoy, nueve meses después del inicio de La Liga SmartBank, el Belmonte da luz al último partido liguero, que no de temporada. Un embarazo emocionante en el que ha habido pocos cambios de humor: casi todo ha sido felicidad.
Y hoy quedará de nuevo patente. Desde las 18:30 horas, el estadio blanco recibe al CD Mirandés en un partido sin incidencia en la clasificación.
Cuando en verano salió el calendario, probablemente nadie esperaba que el Alba llegaría a este partido ya clasificado para los Play Off de ascenso. En un curso inesperado, marcado por la ilusión y los sueños que se van cumpliendo, el Albacete ha sido el equipo a quien nadie esperaba ver en la zona alta.
Ahora, llega al día de hoy esperando rival para el primer cruce de la promoción de ascenso y esperando, sea cual sea el contrincante, un duelo vibrante en el que no perderá su esencia. “Este equipo no va a cambiar en Play Off, no va a tener miedo. Tenemos que seguir siendo valientes, canallas, jugar para ganar. Solo faltaría que llegue lo más bonito y ser otra cosa. Eso no va en nuestras intenciones”, declaró Albés.
Un partido a la espera del comienzo de la fase final que ni mucho menos molesta, sino todo lo opuesto. El equipo quiere jugar, competir y ganar. Y con esa actitud afronta la jornada 42. Y con una mentalidad muy distinta a otras ocasiones. La última vez que el Alba jugó una jornada 42, lo hacía ya descendido, en un Belmonte desolado por la pandemia, con una enorme carga de tristeza, y cayendo ante el Fuenlabrada.
Ahora la historia es otra, y la gente espera pasárselo bien en casa. Como todo el año. Un año inesperado al que aún le esperan grandes emociones. Porque esa es la clave: la emoción de lo que no te esperas. Y más hoy, en el partido 1.000 del Alba en la categoría de plata.
