Hoy me toca despedirme del club que me formó como persona y deportista. No ha sido una decisión fácil, pero una serie de circunstancias personales y profesionales determinan que tome otro camino.
Quisiera agradecer a Víctor Varela y a Carlos del Valle su caluroso recibimiento hace tres años y cercanía. También quisiera mostrar mi respeto y agradecimiento a los entrenadores del Fundación Albacete con los que he compartido el trabajo diario, el mencionado Carlos, Miguel Ángel Quejigo y José Manuel Contreras por su confianza hacia mi labor y sobre todo por darme la oportunidad de seguir creciendo y aprendiendo en el fútbol femenino.
También destacar a todos los integrantes de los cuerpos técnicos con los he compartido muchas horas, así como a las jugadoras, agradecerles el que me hayan integrado y sentirme participe de esta gran familia. Os voy a echar de menos. Deseo toda la clase de éxitos tanto al nuevo entrenador Roberto Cantarero, como a María José en la cantera, personas más que capacitadas para llevar este proyecto.
De mis dos temporadas en el Atlético Albacete dar las gracias a Quique y Ernesto de la secretaria técnica su confianza, así como a los entrenadores con los cuales trabajé, Fran Noguerol y Mario Simón. Gracias por vuestra dedicación y esfuerzo.
También quisiera mencionar a todos los empleados del club, que con su inconmensurable labor facilitaban nuestro trabajo diario.
Y cómo no quisiera agradecer de manera especial a todas las porteras y porteros que he entrenado durante estos años.
Gracias a su dedicación, atención y profesionalidad generaron en mí una inmensa ilusión para ir a trabajar cada día a la Ciudad Deportiva.
Deseo lo mejor a la entidad, y aunque el futuro es incierto, espero que mis intereses personales y profesionales puedan coincidir alguna vez con los del club, al cual he considerado que ha sido, es y será mi casa.
Gracias. ¡Aupa Alba!.