Mientras Albacete va cerrando las puertas de su Feria, el Alba abre las de su casa. Esta noche, la penúltima de festividad en la ciudad, el cuadro manchego tiene un planazo en el Carlos Belmonte a partir de las 21 horas ante el Burgos CF.
El equipo burgalés llega en un buen momento tras imponerse en casa a la SD Eibar (1-0) y aglutinar siete puntos con dos triunfos en las cinco primeras jornadas. Será la tercera visita del equipo blanco al Belmonte este siglo con la nueva denominación y con el empate sin goles del curso pasado muy presente.
Porque fue uno de los pocos días en los que el Albacete no pudo obsequiar gol alguno a su parroquia. 15 partidos seguidos anotando en el Belmonte así lo atestiguan. Por lo que hoy habrá que sumar a los retos habituales el hecho de jugar contra un bloque intenso y compacto que obligará a los nuestros a emplearse en ambas áreas.
Y a hacerlo con la pericia y pasión que les caracteriza. Como en Tenerife, en la que ninguno de los hechos acaecidos nublaron una actuación notable del equipo, que dejó patente que el resultado no reflejó nada de lo hecho ni de lo que, probablemente, se va a hacer. La plantilla mostró arrojo y sangre fría en la cabeza y talento y ambición en los pies.
Así ha de verse hoy también, en una noche de Feria en la que el Alba quiere girar a por los tres puntos y echar la llave a su puerta, la de Hierros. Porque no hay Alba sin Feria y Feria sin Alba.
