El Albacete se va dolido de casa. Tras los dos triunfos a domicilio en LALIGA y Copa del Rey, hoy cayó en el Carlos Belmonte de una forma que deja una cicatriz más honda de lo habitual. Porque el equipo se las prometía felices tras un inicio enérgico y potente que casi conllevó un gol madrugador.
En el minuto 9, Antonio Puertas cruzó un buen centro de Morci para obligar a lucirse, de manera brillante, al meta malaguista. Esa intervención fue el punto de partida de varitas ocasiones albacetistas. Puertas de nuevo, Moscú, Agus o Lazo rozaron el gol pero ese tanto estaba guardado para alguien que estaba de reconocimiento: el capitán. En el minuto 37, Riki Rodríguez chutó desde dentro del área rival y, tras impactar en un zaguero rival, el balón besó las redes. Algarabía y justicia para una muy buena primera parte.
No así la segunda, sobre todo en el inicio de la misma. En el minuto 52, solo siete minutos después de la reanudación, Larrubia se adentró en el área del alba y logró empatar con un disparo cruzado. Siete minutos después, segundo mazazo. Dani Lorenzo dio la vuelta completa al marcador y el Albacete se veía obligado a remar cuesta arriba.
Lo intento con todo y suspiró por ello. Con cambios, nuevas formas de atacar y más ocasiones que no cuajaron en gol. No solo eso. En los instantes finales, el Málaga dobló la ventaja desde el punto de penalti para culminar una tarde aciaga.