En las series de televisión se conoce como piloto (1x01) al primer capítulo de una serie, el que la sitúa, el que sirve para darse conocer u situar tramas y personajes de la temporada
El Alba empezó la suya prometiendo emociones fuertes. Como siempre. Mejor que nunca. Sufrimiento, dolor, tristeza, esperanza, éxtasis, alegría, calma, pasión, tensión, angustia y júbilo final. Porque vaya final y cuánto jubilo. El de 22 jugadores en el césped y cientos y cientos de albacetistas en la grada. El verano es azul pero hoy tiene tintes blancos.
El comienzo fue duro, para así empatizar con los personajes. El Granada demostró que hace pocos meses jugaba en Primera y el Albacete tiró de resiliciencia para no solo aguantar, sino tener ocasiones, como una muy clara en las botas de Riki.
Poco después llegó el mazazo
En el minuto 29, Rubio cabeceó un centro lateral y abrió la noche. El Alba no se vino abajo, levantó la cabeza y fue a la meta local. Pero para darle suspense se esperó al final del medio acto. En el minuto 42, Álvaro Rodríguez la puso al área desde línea de banda. Higinio conectó y alargó para la llegada de Jon Morcillo, que empaló a la red. Buena carta de presentación para uno de los nuevos personajes.
Sin tiempo para anuncios
Tres minutos después el Albacete volvió a la carga, sufriendo un penalti que Higinio transformó. Todo eso en cinco minutos, el clímax antes del desenlace. Y pudo ser mejor porque a Jon García le anularon un gol justo antes del entretiempo.
El desenlace duró toda una parte
El Granada apretó y apretó. El Albacete aguantó y aguantó. Y no solo eso, que casi marcó el tercero, aunque ciñéndonos al guion, el Granada también estuvo cerca, gol ajilado incluido.
Pero no hubo más variaciones y el cuadro de Alberto González empieza su temporada como terminó la anterior: sumando. Encadena nueva partidos de LaLiga sin perder. Ni más ni menos.
Galería: triunfo para empezar






































