Skip to main content
Academia

LA FUNDACIÓN BIOTYC Y EL ALBACETE BALOMPIÉ ABORDAN LA PREPARACIÓN FÍSICA DE LOS JUGADORES DE CANTERA

El fútbol ha cambiado

Y la literatura científica muestra un cambio de las demandas condicionales del fútbol profesional en los últimos años. Por eso, desde el Albacete Balompié y la Fundación BIOTYC, proveedor de los Servicios Médicos de la Cantera del Albacete Balompié, se trabaja para adaptar los conocimientos y mejoras actuales a nuestros jugadores pensando en el presente, pero también con objetivos en el futuro.

Es fundamental el trabajo del Área de alto rendimiento condicional del Albacete Balompié

Liderada por Fernando Lázaro, graduado en CAFD, quien señala que “se trabaja en la valoración y optimización de todas las capacidades condicionales, preparando a los jugadores para soportar las demandas condicionales del futbol profesional en el futuro, y este trabajo se adapta en función de la etapa de formación”.

Junto al aumento del rendimiento, se trabaja de manera óptima para prevenir lesiones, como indica Juan Pérez, responsable médico de la Cantera, que nos indica que “nada previene más lesiones que optimizar muy bien el rendimiento, para ello no solo prestamos atención a lo cuantitativo, sino que también damos mucho valor a lo cualitativo”.

Las actividades, dinámicas y objetivos se establecen según las edades de nuestros canteranos de una manera individualizada, que nos explica Fernando Lázaro y que coordina con el resto de miembros de esta área, Luis Pérez y Antonio José González:

 

-Ciclo formativo (7-10 años):

Es popularmente comentado que los niños de hoy en día cada vez juegan menos al fútbol en la calle, reflejándose así en la ausencia de gestos técnicos que se aprendían en los parques, en especial la capacidad de regatear.

Nosotros además hemos detectado que se han perdido ciertas habilidades de movimiento básicas que se adquirían jugando en los parques infantiles (correr, saltar, trepar…), han desaparecido los juegos tradicionales en la calle como las canicas, rayuela, las tabas donde se desarrollaba la coordinación óculo-manual; coord. espacial; el equilibrio. Los niños no se entretienen con juegos como el escondite que generaban realizar una estrategia mental y una toma de decisión rápida para ganar.

En este ciclo trabajamos en recuperar estos juegos en la realización de este tipo de actividades/juegos con el fin de recuperar todas esas habilidades que tenía el niño de la calle para que más adelante, pueda transferirlas a las demandas técnico-tácticas y psicológicas del juego. Además de trabajar la motricidad fina: aprender a caer, hacer una voltereta, jugar limitando un sentido. Y la práctica de 30 minutos a la semana de otro deporte como el Judo, Balonmano.

-Ciclo competitivo (11-13 años):

En este ciclo nos encargamos de reforzar esas habilidades de movimiento y transferirlas en el juego, trabajando de la mano del área de metodología. A modo de ejemplo para que se entienda, nos encargamos de que el jugador sea capaz de realizar maniobras transicionales como girar 180º y acelerar lo más rápido posible para después trabajar sobre el control orientado. Predominando así una habilidad motriz y gesto técnico o comportamiento táctico en bloques de 2-3 semanas.

También comenzamos a poner énfasis en el trabajo de fuerza en gimnasio y activaciones previas al entrenamiento/partido. Ponemos especial atención en formar en ejercicios, para que infantiles de segundo año y cadetes ya sean capaz de seguir una sesión de fuerza programada por el Preparador Físico o Readaptador de manera autónoma.

-Ciclo Alto Rendimiento (14-19 años):

En esta etapa cobra mayor importancia la valoración individual de cada jugador, desde su capacidad de movimiento (análisis cualitativo) hasta la generación de perfiles de rendimiento competitivo a través de la tecnología GPS (análisis cuantitativo). Esta última se compara con el primer equipo ya que nuestro objetivo es preparar a nuestros canteranos para soportar las demandas condicionales del futbol profesional. Como comentamos al principio, la intensidad en los partidos ha aumentado, todo sucede a más velocidad y por ello nuestra metodología debe enfocarse a generar jugadores robustos en el gimnasio y en las sesiones de campo, no nos fijamos tanto en el volumen sino en la intensidad, el ritmo de las sesiones debe ser muy alto, el tiempo de compromiso motor debe ser máximo una vez se pisa el césped, no hay tiempo para explicaciones, parones… generamos el hábito de “volar” en nuestros cuerpos técnicos. La intensidad del partido será reflejo de la intensidad del día a día.

Todo lo que no planifiques, valores y controles minuciosamente, lo hará el fisioterapeuta o readaptador más tarde. Con esta afirmación tan descarada, queremos impactar sobre el cuidadoso trabajo que lleva día tras día la individualización del trabajo. Tradicionalmente el entrenamiento se basaba únicamente en el campo, sin embargo, hoy día nuestros canteranos tienen hábitos y rutinas que comienzan 30’ antes de la sesión de campo (activaciones, valoraciones, trabajos en camilla, patrón respiratorio, rutinas de movilidad, fuerza…) y terminan con trabajos complementarios que duran 30-60’ una vez abandonado el césped.

I+D+I

La investigación también forma parte de sus inquietudes, contando con profesionales que se cuestionan su trabajo cada día con rigurosidad científica y un ambiente social de comunicación entre áreas privilegiado. Esta combinación genera estar en la infinita búsqueda de mejorar, generando diferentes líneas de investigación llevando la neurociencia al gimnasio, la optometría al campo o buscando la detección de talento a través del estado madurativo.

El Área de alto rendimiento condicional del Albacete Balompié está formada por:

Fernando Lázaro (coordinador y Juvenil División de Honor), Luis Pérez (Juvenil Nacional) y Antonio José González (Cadete A).