El Alba sabe subir. Sabe sangrar y sabe vendarse para seguir. Y sufriendo encontró la alegría del triunfo en casa en una tarde intensa en la que se vio obligado a remontar tras una primera parte gris en la que el equipo que acertó fue el oscense.
Las primeras llegadas fueron blancas, algunas de especial peligro, en la cabeza de Puertas, que sería protagonista en la segunda mitad. También Agus o Escriche, aún sin goles. Porque pasada la media hora Enol puso el sello a una notable jugada coral de la SD Huesca. 0-1 y los fantasmas de otros partidos sobrevolaban, hoy 1 de noviembre.
Tras el descanso el Albacete salió con fuerzas renovadas y novedades en el césped. La idea clara y la acción volcada sobre el área oscense. Un vendaval de pases y movimiento que tuvo su efecto en el minuto 51, con un buen remate de Puertas tras hacerse un hueco en el área. Ahí no quedó la cosa ni para el Alba ni para Puertas, que mantiene un buen tono tras marcar entre semana en el duelo copero.
Seis minutos después, en el 57, acabó una jugada de equipo tras peinarla Escriche para darle la vuelta a la situación y poner al rojo vivo al Belmonte. El Alba se veía por delante y por ello no se permitió dar ni un solo paso atrás. Siguió tejiendo jugadas y buscando el control para aferrar los tres puntos.
Casi abrió brecha con un zurriagazo de Morci que repelió el larguero. Quienes también repelían los ataques oscenses eran los zagueros del Alba, estoicos y árenos ante las acometidas aragonesas.
Así se cerró un partido que da una bocanada de aire puro a un equipo que aspira a seguir creciendo.

