El Alba sumó su segunda victoria consecutiva y volvió a ganar en casa tras una actuación inolvidable. El cuadro de Ramis atacó como si fuese una ciclogénesis explosiva y trabajó como si se tratase de una orquesta sinfónica ante un Belmonte entregado que no paró de aplaudir, vitorear y cantar.
Y es que la primera parte del Alba perdurará en la retina y memoria de todos los presentes durante mucho tiempo. Fútbol total, en el que el Alba era el dueño del balón, de las ocasiones y de la situación. Un torrente imparable basado en la conducción vertiginosa pero milimétricamente calculada del balón, en una disposición coral de todos los jugadores sobre el campo perfecta, y todo ello aderezado con la salsa de esta victoria, una afición entregada que llevó en volandas a los nuestros hacia un merecido triunfo.
Tras varias ocasiones, en el minuto 18 Ortuño se marcó una gran jugada personal, en la que se internó en el área, se marchó en velocidad de su par y la puso para que Zozulia hiciera gala de su olfato y garra y, tras tocar en Albentosa, hacer que llegase el 1-0. No se hizo esperar mucho el nuevo golpe de un Alba pletórico, y en el 21 Zozulia fue de nuevo protagonista al mostrar su picardía y habilidad en un remate acrobático que significaba el 2-0. Recital del ucraniano, que pudo irse a vestuarios con un hat trick, ya que gozó de más ocasiones. Nos fuimos al descanso con 2-0 y un Belmonte en éxtasis que obsequió a los suyos con una sonora ovación.
Ni cuatro minutos tardó en tener una ocasión clara el Alba en la segunda mitad. Eugeni, que volvió a destacar, enganchó un gran disparo que rozó el larguero catalán. Llegaron muchas más para delicia de la hinchada, Zozulia, Manaj, Ortuño o Susaeta pudieron ampliar la ventaja. El partido acabó con 2-0 y con un inmejorable sabor de boca para todos los presentes.
