Gratamente sorprendido y aún así objetivo, esa fue la manera de comparecer de Alberto González tras la histórica remontada de su equipo en Gijón. “Es complicado entender lo que ha sucedido en este partido. Yo creo que el fútbol es muy emocional y lo que ha pasado tiene que ver con las emociones. Ese acierto tan rápido del Sporting. Esas dos primeras veces que se acercan nos hacen gol y nos noquean”.
“Estuvimos muy nublados en ese momento. Luego otra fase en la que, a partir del 3-0, entramos en otra fase en la que empezamos a sentirnos mejor, a tener más criterio, a jugar en campo rival, no sé qué pasa en el Sporting para que podamos entrar en su campo. En el descanso nos mentalizamos en jugar un partido nuevo. Con un jugador más por delante del balón. Queríamos volcarnos en área rival. Íbamos a por el partido y generamos incertidumbre y necesidad en el Sporting”, aseveró.
El triunfo no nubló el juicio de Alberto, que vio mucho que mejorar tras el mal inicio de partido. “No me ha gustado la primera mitad pero no he sido muy crítico con ellos en el descanso. Ha habido algún accidente que nos ha costado que encontrasen muy rápido el gol. No es fácil de soportar un 2-0. Eso unido a la gente apretando y el rival volando, noquea a cualquiera. Eso nos condicionó mucho. Fui comprensivo. Es normal que te puedas venir un poco abajo. Trabajaremos sobre ello. Y luego es muy de alabar la respuesta. Los últimos 15 minutos del primer tiempo el equipo ha tenido repuesta. Un poco tarde, pero hemos tenido respuesta”.
A sabiendas de que su equipo no estaba llevando a cabo una buena actuación, Alberto confió en que la buena reacción anímica al 3-0 conllevaría premio. “Con el 3-2 he pensado que podíamos. Estaban ante su gente, tras tres derrotas, sabia que podía llegar la incertidumbre. Cada minuto que pasara con ese 3-2 pensaba que en cualquier jugada podíamos tenemos acierto. Llegó el 3-3 y eso fue un palo definitivo para ellos”.
Profundizando sobre el partido, el preparador del Albacete dio claves de las modificaciones que hizo para tratar de sacar algo positivo. “A Morci lo cambié de banda porque lo vi atascado y espeso. Venía dándole vueltas desde la semana pasada que era una opción que me podía encajar en el otro lado. Entrenando se pone por el lado derecho y tiene esa pegada. Lo hemos encajado con Lorenzo que ocupa bien los pasillos interiores. Han combinado ambos”.
Y concluyó dejando un bonito mensaje a la afición desplazada. “Si me alegro por alguien es por ellos. Quien hace ese esfuerzo extra son ellos. Merecen esto y más”.