Cerrar el año con un chute de energía y confianza. Eso es lo que supone para el Albacete jugar el lunes en Anduva. Y es lo que buscan, tal y como afirmó Alejandro Menéndez en su comparecencia previa al choque. “Ganar el lunes supondría un impulso muy grande. Necesitamos cargar las baterías de moral, confianza. Ganar un partido y estar en una situación de poder salir. Va a ser difícil. Vamos a estar todo el año peleando. Supondría ver la luz, sería un paso grandísimo”, relató el entrenador asturiano. “Estamos pensando en ir a Miranda y competir, atacar bien y defender bien. Sujetar el pulso del partido. Necesitamos ganar. Ganar con unos tiempos de partido, madurando el partido. Jugamos contra un rival muy intenso, con variantes de juego, complementado entre sus jugadores. Solo me preocupa en que mi equipo sea competitivo. En Anduva si no eres competitivo estás muerto. Si pierdes 10 segundos de vista el partido, se te va. No les podemos dejar espacios. Tenemos que ser muy contundentes. Tenemos buscar el acierto del gol”, avanzó respecto al choque.
La progresión del equipo en los últimos partidos es evidente, así lo constatan los números, pero lo cierto es que las victorias siguen sin llegar y no hay más margen de maniobra. “El equipo está último clasificado, hay unos resultados, un rendimiento… eso lo sabemos todos. Pero yo veo un grupo dolido que quiere salir de ahí, que necesita que se le ayude a base de trabajo anímico y en el campo. Veo un equipo que busca fuerzas para salir de ahí. Ver la clasificación es algo doloroso, un sabor amargo. Pero también es cierto que en cuanto se gane un partido se verá más cerca esa salvación”, explicó. “Lo suyo es buscar argumentos en el juego, que vamos lográndolo, para sentirnos más confiados. Tenemos que perseguir minimizar los errores en defensa y buscar el gol. Son dos objetivos claros, a base del trabajo diario lo estamos buscando. Queremos jugar con futbolistas que pisen más el área, llevar el balón a zona de remate y creo que se está consiguiendo. Aunque nos falta ser más letales”, analizó.
La falta de gol es un lastre que Menéndez espera corregir ya. “No solo es cuestión de poner corazón, sino de llegar siendo más ordenados, llegar siendo más dañinos, buscando la debilidad del rival e ir ganando la mejor versión de cada uno de los jugadores”. Precisamente, esa es una obsesión para el preparador: encontrar el verdadero nivel de cada futbolista. “Hay que buscar positivismo, hacerles ver que son capaces. Son jugadores que no han tenido su mejor versión, pero que sí han tenido buenos datos en esta categoría y tienen que volver a ser esos jugadores”.
Con la idea clara de lo que quiere de su equipo, Menéndez sabe lo que le esperará del Mirandés en Anduva. “Espero un equipo intenso, que tiene ida y vuelta. Que aprovecha los espacios que lo dejas, con variantes en juego ofensivo por jugadores y sistema. Un equipo atrevido, valiente, convencido de su juego. Tenemos que ser muy intensos, porque tenemos que intentar cerrar bien los espacios y aprovechar ese atrevimiento que ellos tienen para generar situaciones de juego que nos ayuden a tener ocasiones de gol”