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Primer equipo

Dulce sufrimiento

El Alba remonta un trepidante encuentro y se lleva tres puntos vitales

La nueva normalidad nos ha privado de saborear las efemérides. En unas fechas en las que el fútbol normalmente disputa sus partidos decisivos, fases finales y choques a todo o nada y en que los equipos suelen recordar grandes gestas o partidos que siguen en nuestra retina, se han colado compromisos ligueros que, aún importantes, no son finales.

Pero este Alba, ante la imposibilidad de recrearse, ha decidido crear su propio relato épico. En un partido en el que no faltó absolutamente de nada, los nuestros remontaron tras multitud de obstáculos y tener que buscarse a sí mismos, para lograr un triunfo que va más allá de los tres puntos.

El choque comenzó intenso pero impreciso por parte de ambos bandos, lo que provocó un juego trabado y que rápidamente se vieran tarjetas amarillas. A la media hora de partido, el Real Racing sufrió una expulsión por doble amonestación de Nkaka. Tras dicha acción el Alba se encorajinó y buscó sin dilación la meta local. Fruto de la insistencia llegó una de las muchas acciones que provocarían que la afición manchega tuviese el corazón en puño. Zozulia buscó rematar un centro lateral, pero fue trabado por la zaga cántabra. El árbitro, tras corroborarlo en el VAR, decretó pena máxima. Pedro se encargó de lanzarla pero el balón se fue ligeramente desviado.

Ese no sería el único golpe que sufriría el Alba en el primer acto. En el tiempo de descuento, Galán culminó una rápida jugada por banda del Real Racing para adelantar a los locales. El Alba se buscaba, pero no se encontraba.

El tiempo de descanso sirvió de reinició para el equipo, que volvió con una actitud muy distinta para jugar los últimos 45 minutos. Un Alba más vivo, dinámico y seguro de sí mismo agarró el balón y no lo soltó hasta verse por delante.

Manu Fuster salió en el minuto 53 y en el 54 empató la contienda. El valenciano remachó dentro del área una gran asistencia de Chema. Conexión de calidad para cimentar la remontada.

Cada minuto que pasaba el Albacete se asentaba más y más en campo rival, robando y contratacando con convicción. Benito en el 73 casi marca el segundo, pero esa acción solo fue un dulce prólogo de la gran traca.

En el minuto 82 Álvaro Jiménez sacó el frasco de las esencias y, tras girar y mirar a puerta, se sacó un misil tierra- portería que entró como una exhalación.

Jubilo en la expedición manchega, que fue capaz de aguantar las acometidas rivales y sellar un triunfo de oro e incrustaciones de diamante, pero, como dijimos al inicio, no es definitivo. El jueves, nueva gran cita en el Belmonte.