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De duelos y duelos

El Belmonte cierra el curso despidiéndose de uno de los jugadores más relevantes de su historia

Son innumerables las veces que en esta tribuna se ha mencionado a Manu Fuster 

Y siempre para algo satisfactorio. Su llegada, su debut en partido oficial para protagonizar la jugada clave para el triunfo allá por septiembre de 2019 en Huesca. O su debut en partido oficial en el Belmonte, cuatro días después, para asistir en el gol del triunfo ante el Málaga.

O sus más de 30 goles, sus decenas de asistencias y sus incalculables momentos de brillantez. Pero también por cosas mucho más allá del terreno de juego. Fuster es historia del Albacete Balompié. A base de calidad, tesón y fidelidad. Porque más allá del fútbol, Fuster es el jugador que cogió galones y brazalete fuera del fútbol profesional.

Es el profesional que amplió su contrato y rubricó su compromiso con el Alba en Primera RFEF y es uno de los motivos por los que cada vez más niños y niñas son del Alba. Porque el Albacete de los últimos años, entre descensos, ascensos o play off es inexplicable y es imposible de explicar sin la figura de Manu.

Y la ciudad lo sabe y lo demuestra

Porque el cariño y la valoración han de ser demostrada y durante todo este lustro, y especialmente esta semana, el albacetismo lo ha hecho a lo grande. Desde que el martes anunciase que estos serían sus últimos partidos con la camiseta blanca del Alba, la afición se ha volcado. Con un preludio emocionante en nuestra Tienda el pasado viernes, con incesantes mensajes en RR.SS. y con calidez a cada paso del ’10’.

Y eso no ha sido más que el inicio al colofón que se avecina esta tarde, desde las 18:30h, en el choque entre manchegos y el CD Mirandés correspondiente a la 41º jornada de LaLiga Hypermotion.

Un partido, que más allá de duelos es clave para la clasificación

En el caso albacetista, para acabar lo más alto posible y tratar de imponerse en la particular liga de diez partidos desde que Alberto González tomase las riendas, y en el caso rojillo para asegurar la permanencia.

El Mirandés marca, con 45 puntos, la zona de salvación, un punto por encima del descenso. Por lo que habrá muchos ojos observando lo que pase en el Belmonte durante la jornada de horario unificado. El empate ante el Elche CF (1-1) de la pasada semana le permitió abrir esa ligera brecha en la que ahora quiere ahondar con un triunfo.

En el caso del Albacete Balompié

Lo mejor que se puede decir es que se puede permitir dar homenajes y llorar a leyendas. Un escenario, pese a que sea doloroso, que hubiera firmado cualquiera. La racha de 16 puntos en seis partidos, con pleno al 15 antes del empate en La Cerámica, han permitido a los locales cerrar el objetivo antes del tenebroso horario unificado de las dos últimas jornadas. Algo inimaginable hace un mes. Pero probablemente Fuster tampoco se imaginaba así su etapa en el Albacete cuando llegó con el ’30’ en la espalda. 

A su vez, el partido servirá para el último encuentro del curso entre equipo y afición en su lugar común

En un año que será inolvidable por la fidelidad de la hinchada en los momentos más oscuros, el sol brillará por última vez en el Belmonte hasta agosto para recordar al Alba lo grande que es y a Manu Fuster su enorme contribución para que así sea.