El Belmonte es punto de encuentro, punta de lanza y lugar de emociones, buenas y malas. Alegría, tristeza, tensión, júbilo, pena. Es el centro neurálgico del albacetismo, del deporte en nuestra tierra y, cómo no, de la solidaridad entre regiones.
Porque ir al templo a ver un partido del Alba siempre es especial, tiene algo distinto cada vez, provoca reacciones diferentes. Pero es que esta ocasión será más única si cabe, porque al partido habitual de fútbol de plata, se le une un componente solidario.
Desde las 18:30h, el Alba recibe la visita del Real Oviedo en uno de los choques más llamativos de la 14º jornada de LaLiga Hypermotion. Entre dos equipos con solera en el balompié nacional y que además se encuentran en un buen momento liguero.
Y es que el cuadro oviedista ocupa puestos de play off de ascenso a la máxima categoría. 22 puntos en el casillero y en el cuarto asiento de la tabla para un conjunto que solo ha perdido uno de sus últimos nueve compromisos ligueros. Y que además está soldando las piezas de un equipo con mucha calidad.
El Albacete, por su parte, suma una derrota en seis partidos y llega a casa tras la buena imagen mostrada en El Sardinero ante el líder. En mitad de la tabla, una victoria le acercaría a puestos más relucientes y serviría de paso para dar buenas noticias a su parroquia, de cualquier lugar.
Porque el Albacete representa a todas las localidades de la provincia, como Letur, de la región como Mira, en Cuenca. Y por supuesto a los albacetistas en Valencia, donde se cuentan por decenas nuestros abonados.
Por todos, pero especialmente por ellos el Alba hoy jugará con una motivación extra ante una grada que no necesita motivos para acudir a su Belmonte pero que hoy tiene uno más, y de mucho peso.
