No quedan días de verano, que cantaba Amaral. Entre equinoccio y equinoccio, el Alba quiere cambiar la dirección de su viento con un triunfo que le haría mejorar el clima en la clasificación y coger aire para lo que viene. Desde las 16:15h, recibe en casa al Real Valladolid en uno de los grandes partidos de la sexta jornada de LALIGA Hypermotion.
Y lo es también porque enfrente hay un gran rival. Hasta hace meses en la máxima categoría de nuestro fútbol, el cuadro pucelano ha regresado a Segunda con el claro objetivo de volver a Primera cuanto antes. Y en ello está. Once puntos, sin derrotas en su haber, en la zona alta de la tabla y siendo ademas el equipo menos goleado, con solo dos tantos en contra.
Un bloque compacto pese al poco tiempo de competición que defiende de forma notable, como profundizó Alberto González en la previa. “Es un rival muy duro. Practica un juego que me encanta, me identifico mucho con ellos (…) Defensivamente son brutales, los mejores de la categoría”.
Por lo que el Alba sabe muy bien lo que se juega y contra quién lo hace. El equipo manchego vuelve a casa como paso previo a dos jornadas seguidas a domicilio con la necesidad de sumar sus primeros puntos como local para quitarse ese peso e incluir buenas sensaciones en su haber.
El empate en Zaragoza dejó la buena noticia de la puerta a cero y la demostración palpable de que se estaba mejorando y dando pasos adelante, por lo que ahora toca dejar huella en el césped albacetista con tres puntos que serían más que eso.
Y es que el camino, aún larguísimo, se pavimenta a través de grandes días como el de hoy, en el que el verano se despide, el otoño asoma y el Albacete marca al Belmonte como su estación en la que regular la temporada.