Dos años en los que su fútbol ha sido entorpecido por sus lesiones. Un fútbol que busca recobrar vida y que ha decidido que Albacete es el lugar idóneo para que así sea. Este es el guion que ha marcado Samuel Shashoua para su carrera deportiva. “El Albacete me transmitió desde el primer minuto mucha confianza como futbolista. Yo vi el año pasado un equipo que tenía una intensidad y un ADN importante y bueno. Creo que puedo aportar mucho en el equipo”, así se presentó un jugador que ha dejado atrás sus problemas físicos y que ahora solo piensa en el esférico. “Es una alegría para mí entrenar ya como uno más”. “Me encuentro muy bien. He entrenado con el grupo. Echaba mucho de menos jugar, entrenar, sentirme futbolista. Las sensaciones son muy buenas. Hay que ir con calma. Pero estoy en ese punto en el que puedo avanzar”, remachó.
Con 24 años, Samuel solo piensa en romperla. “Soy joven, aprendí mucho, mi problema en Tenerife fueron las lesiones. Lo he superado. Me encuentro muy bien. Esta es una nueva página y quiero demostrar todo lo que tengo aquí dentro”, indicó. Y confía en que el entrenador le ayude a conseguirlo. “Albés me ha transmitido confianza. Lo importante para él es el trabajo. Se ve que tiene ilusión y ganas en su trabajo y eso nos da energía a los jugadores para sacar nuestra mejor versión. Tengo ganas de entrenar cada día con él y sacar mi mejor versión”.
Esa ilusión que Shashoua trae incorporada, es la que también percibe que vive la ciudad. “Después del año pasado hay mucha ilusión de la afición y esperamos devolvérsela. Queremos dar otro salto. Pienso que vamos a vivir una temporada ilusionante trabajando con la humildad que hace grande a este club. Con eso y un poco de suerte podemos hacer grandes cosas este año”.
Y acabó refiriéndose a un inicio de LaLiga que no se antoja nada sencillo. “Mejor jugar contra los equipos grandes al principio; antes de que cojan ritmo. Vamos a dar todo. Es un año nuevo en el que hay que ir poco a poco. Tenemos que salvarnos y después veremos si podemos soñar”.
