La plantilla del Albacete Balompié y su afición consiguieron una victoria vital tras un partido marcado por la férrea posición del equipo albacetista durante los noventa minutos y por el apoyo incombustible de más de medio millar de hinchas del Alba.
La AD Alcorcón inició el encuentro a un ritmo altísimo, buscando sin ambages la meta de Tomeu. Pero ahí estuvo el entramado defensivo para abortar los acercamientos locales, aunque no sin sufrimiento. Tanto fue así que en el minuto 5 el meta balear tuvo que intervenir de forma providencial para alejar una bola que se colaba en su arco. Con el paso de los minutos el Alba se fue asentando sobre el tapete madrileño, desperezándose y llegando a las postrimerías locales.
Tras unos minutos muy trabados que trajeron consigo un carrusel de tarjetas amarillas para ambos bandos, llegaron más ocasiones de peligro, sobre todo para un Alcorcón que impactó dos veces el balón en los postes de la portería albaceteña, pero si algo ha demostrado este equipo a lo largo de estas 33 semanas es que no solo sabe jugar fútbol, sino que también tiene inculcada una gran capacidad de aguante frente a las acometidas rivales. Así, en el minuto 43 los nuestros trenzaron una brillante jugada de ataque que culminó Febas con un elegante disparo raso desde dentro del área tras una combinación con Muntari. 0-1 y explosión de júbilo del más de medio millar de aficionados blancos que estaban en las gradas.
SABER SUFRIR
La segunda mitad fue una montaña rusa de emociones en la que los de Ramis sacaron a relucir su inquebrantable estabilidad. Aguantaron las acometidas amarillas ya vinieran por tierra, mar o aire. A su vez, tuvieron acercamientos a la guarida de Dani, sobre todo por medio de Bela que se internó en el área y se sacó un chut que se fue por poco.
Los entrenadores de ambos equipos movieron el banquillo y dieron entrada a hombres de refresco. El Alba se mantuvo férreo incluso tras el minuto 78, cuando Fran García fue expulsado por doble amonestación
