“Hemos defendido bien. Somos un equipo que ha crecido mucho en ese aspecto durante la temporada“, aseguraba Luis Miguel Ramis tras la gran victoria en Lugo del pasado sábado. Y es que la solidez en la parcela defensiva es una de las claves que razonan la buena temporada que está cuajando el cuadro albacetista. Algo que se ha incrementado en la segunda vuelta, en la que el Alba está completando grandes actuaciones defensivas.
El entramado defensivo albaceteño comienza desde la delantera, con atacantes solidarios y abnegados que inician la presión al rival, y sigue en el centro del campo, donde cada jugador mira por el compañero y ayuda en tareas defensivas a una zaga que se está mostrando más férrea y segura a cada partido que pasa. Y por supuesto, otro de los motivos de esta solidez es el gran momento de forma de Tomeu Nadal, que cada vez que le tiran a puerta muestra sus magníficos reflejos y su gran capacidad.
Todo ello ha provocado que el Alba sea uno de los equipos que menos goles ha recibido en lo que llevamos de segunda vuelta, con 5 tantos. Además, ese gran momento queda reflejado en el hecho de que el Alba lleva 9 partidos, desde la 22º jornada ante el RC Deportivo de la Coruña, sin recibir un gol a pelota corrida. Desde aquel 20 de enero, el Albacete Balompié ha encajado tres goles, todos ellos de penalti.
Datos que han provocado que a estas alturas de competición el Alba sea el cuarto equipo menos goleado, con 23, solo superado por Granada CF con 19 y Málaga CF y RCD de la Coruña, ambos con 22 tantos recibidos, provocando así que el Alba haya recolectado en lo que llevamos de segunda vuelta 17 puntos, más que en el mismo tramo de la primera vuelta (14)
