El Funda cierra el año con una intensa semana con dos choques ligueros, y lo hace con la mortal alta tras las buenas sensaciones que dejó el último Reto Iberdrola. “No solo por los tres puntos sino por la sensación que se dio en el campo. Vimos un equipo con mucha hambre, fuimos a por el partido. No parecía que fuéramos un equipo que viniera de resultados adversos, teníamos confianza plena”.
“Todos salimos muy reforzados, el equipo hizo 32 finalizaciones a portería, eso habla de la ambición que tuvimos. Fue una liberación y ojalá lo reforzamos mañana”, añadió.
Pero el de mañana, ante el filial levantinista, será un duro test. “Viene de ganar al Femarguín. Venía siendo colista sin merecerlo. Es lo que suele pasar en los filiales, pueden ser por momentos inestables, pero cogen confianza y van para arriba”.
“El equipo responde bien, quizá alguna jugadora acabó el jueves un poco sobrecargada, pero en general muy bien. El viernes y sábado volvimos a entrenar, incluso metimos un poco de carga al no haber partido en fin de semana y el equipo lo asimila bien”, dijo sobre la carga del calendario.
Y concluyó su comparecencia con la satisfacción de ver que su enfermería se vacía. “Celia y Sara, que son las dos jugadoras que estaban recuperándose de lesión, ya entrenan con el grupo. Vamos a valorar si ya pueden entrar en convocatoria, pero eran las únicas que faltaban y y están dentro. Estamos contentos porque ya está todo el grupo y la sensación es que va a subir la competitividad porque en el día a día tenemos un volumen alto de jugadoras”.
