Trasladar esa sensación de que en casa “somos inquebrantables” es lo que pretende un vestuario que se enfrentará ante un viejo conocido: el Villarreal B
En casa, ante su afición, es donde el Albacete Balompié quiere hacer bueno el valioso punto cosechado en Ipurúa este fin de semana pasado. Será en el último turno de la jornada dominical, desde las 21h, cuando el cuadro manchego salte al verde para medirse al filial del submarino amarillo. Será la reedición del partido que les enfrentó 246 días atrás en el mismo escenario, pero -por suerte para ambos- en distinta categoría. Entonces, el Alba ganó por la mínima con tanto de Kike Márquez.
Al Alba se le presenta el reto, tras encadenar una racha de seis partidos sin conocer la derrota, de concatenar por primera vez esta temporada, como local, dos victorias consecutivas. Es lo que pretenden Albés y sus futbolistas. Dar un golpe en la mesa y enviar el mensaje de que en “casa somos inquebrantables”. No será fácil. Por mucho que la estadística reciente diga que en frente estará un Villarreal B que, lejos de su estadio, no conoce la victoria desde la primera jornada. Otra estadística se empeña en lo contrario. De las cuatro veces que se han visto las caras en la Segunda división, en ninguna ocasión el Albacete ha sido capaz de salir victorioso. Un partido que se antoja tremendamente duro y exigente ante un bien trabajado filial.
El conjunto manchego, que viene de mostrar en la jornada anterior una de sus mejores versiones, tratará de aprovechar este ‘chulo’ reto para mantener ese paso firme y seguro que, hasta el momento, está demostrando tener.
Con las bajas de los ya conocidos por lesión, más la de Lander, fijo en la medular, motivada por acumulación de tarjetas, Rubén se encomienda a la afición para continuar aupando a un equipo que trata de hacerse inquebrantable en su feudo.
Partido por lo tanto entre dos equipos con distinta dinámica pero que se antoja de tomo y lomo para seguir fortaleciendo al equipo en este más que notable comienzo de temporada.